jueves, 4 de enero de 2007

Visión global de mis prácticas

Sólo se me pasan por la cabeza adjetivos positivos para describir mi estancia en el cole "A Solaina" con los más peques. Fue una experiencia maravillosa que me ha servido para afianzar todavía más mi propósito de ser maestra de infantil. Me sentí muy a gusto, tanto por parte de los niños, quienes me acogieron muy bien desde el primer día e incluso me echaron de menos el día que tuve que faltar para ir a una reunión en Santiago, como por parte de la tutora, que me contaba muchas cosas interesantes y despejaba mis dudas y cuestiones además de tratarme como una compañera más hasta el punto de decirme que no sabía que iba a hacer después sin mi. También, el resto de los profes y personal del cole me consideraron una más, preguntándome continuamente qué tal me encontraba.
Cada día, a las 9 de la mañana empezaba un tiempo maravilloso en el que compartir y aprovechar al máximo con los peques desde el primer minuto, ayudándoles a sacar y poner abrigos y mandilones, escuchando sus historias, guiando sus trabajos, viendo cómo aprenden, se relacionan con sus compañeros, juegan , ríen y también lloran. Fue una experiencia excepcional en todos los sentidos, hasta el punto de no querer irme de allí, sobre todo al ver las caras de penita de los niños cuando la profe les dijo que me iba. Siempre me acordaré de ellos y espero que ellos de mi.

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